La escritura como terapia


lunes, 13 de abril de 2020

Chulos

“El Congreso aprobó el jueves por una mayoría aplastante la continuidad del estado de alarma en España hasta el 26 de abril. Mediado el debate, el presidente, Pedro Sánchez, confirmó que pedirá una nueva prórroga del mismo, que será la tercera, que presumiblemente extenderá el confinamiento hasta el 10 de mayo”  Diario El País, 10 de abril de 2020.

Esto lo hemos podido leer. La actitud, chulesca, con la que se nos dijo, la pudimos ver, que para eso está la caja tonta.

Si según la RAE, “chulo” es el que habla y obra con chulería y “chulería” es sinónimo de jactancia y de arrogancia, tal y como yo lo vi, la comunicación de la prórroga del estado de alarma y el adelanto de que no será la última es un acto de chulería. Jactancioso y arrogante.

Porque no es de recibo que según nos endilgan 15 días más de confinamiento, ya nos avisen de que vienen, sí o sí, otros 15. Sin condiciones, sin cesiones, sin aligerar ni un ápice las duras condiciones de tan cruel confinamiento, y haciendo gala de una chulería desmotivadora y fuera de lugar.

Chulos y prepotentes han sido todos los antecesores del Sr. Sánchez, llámense Rajoy, Zapatero, Aznar o González, sólo por citar algunos ejemplos, pero hasta ahora ninguno nos había encerrado en casa, por lo que cabía esperar algo más de empatía con el sufrimiento y la intolerable sensación de pérdida de libertad, y de dignidad, que ello supone.

Porque, tal vez sean imaginaciones mías pero más allá de tres o cuatro eslóganes ya demasiado manidos no apuntan solución esperanzadora alguna y más parece una carrera para salir airosos de la crisis que para solucionarla.

La mayoría aplastante que ha apoyado este acto de chulería no deja lugar a dudas sobre cuáles son las consignas políticas de nuestros amados congresistas, lleven el collar que lleven, pero lo cierto es que esperamos de ellos, como poco, que aprieten un poco a los responsables de sacarnos de este desaguisado y que, al menos, las sucesivas y parece que interminables prórrogas del estado de alarma no sean incondicionales.

Algunos queremos, necesitamos y exigimos que se relaje el confinamiento al menos un poquito. Que estos políticos chulescos nos demuestren confianza y respeto, lo mismo que nos piden ellos cuando concurren a las jodidas elecciones. Necesitamos, desde la responsabilidad, salir a pasear, a hacer deporte, a respirar … como terapia para no enloquecer, y lo necesitamos ya.

No más arrogancia en las prórrogas. No más actitudes despóticas en las comparecencias.

La repetición “ad nauseam”, en los medios de comunicación de masas, de “incuestionables” formas de proceder ni demuestra su validez, ni las hace especialmente deseables, máxime cuando se aplican con no poca arbitrariedad.

Aunque no lo creáis, señores representantes del Estado,  no todos comemos en vuestras manos. Muy confiados, sin embargo, estáis. De ahí el aire chulesco de vuestras comunicaciones.

No os creáis a salvo en vuestra atalaya. La culpable ineptitud y negligencia, salpicada de corrupción, de los sucesivos gobiernos “democráticos” que hemos sufrido en este país no os es ajena. Nadie ni nada es incuestionable e imprescindible. Cuidad, pues, de demostrarnos vuestra utilidad, si es que todavía os queda algo que demostrar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario