Dila, dila, Bart, dicen. “Yo no he sido” dice Bart. Ja, ja,
ja, ja, ja, … Con tan exiguo argumento hasta crean un programa de televisión
para regocijo de todos. Hasta que esos mismos todos que un día le encumbraran se
cansan de Bart y de su dichosa frasecita, condenándolo irremediablemente al ostracismo
y haciendo que su otrora famosísimo “Yo no he sido” recupere su verdadero
significado, que no es otro que el de ser una burda excusa para eludir
responsabilidades.
Y a qué viene todo esto, os preguntaréis.
Pues viene a cuento de que variopintos personajes
representando al Gobierno, o al Estado que tanto da, llevan semanas metidos en
un pandémico “Yo no he sido” que a estas alturas provoca una cada vez más
escasa comprensión, un cada vez mayor rechazo, y desde luego una nula hilaridad.
“La pandemia nos ha cogido a todos por sorpresa”, “No se ha
reaccionado tarde, porque a todos los países les ha pasado prácticamente lo
mismo” o “No se están haciendo test a todos porque es imposible”. Es el “Yo no
he sido” versión “mal de muchos consuelo de tontos”, pero es que además es
mentira, porque solo hay que consultar las cifras de afectados en los distintos países del mundo para darnos cuenta
de que no todos lo han hecho igual de mal y de que no todos han realizado
porcentualmente el mismo número de test a sus ciudadanos, pese al intento de
falsear las cifras por parte de nuestros avispados representantes.
Si os dejo salir a pasear al perro y a comprar al super y no
hay repunte, saldrán los niños. Si dejo salir a los niños y no hay repunte, dejaré
salir a deportistas y paseantes. Si dejo salir a deportistas y paseantes y no
hay repunte, os dejo visitar a familiares y amigos. Si os dejo …
Es decir, si tardo en salir será por culpa de los colectivos
a los que han dejado salir antes que a mí, a los que tendré que odiar con todas
mis fuerzas por haberse comportado de una forma egoísta e irresponsable, tal y
como nos muestran a diario en los noticiarios televisivos, paradigma de la
independencia y divulgadores de la verdad. Este sí que es un “Yo no he sido” en
toda regla. Pase lo que pase la culpa será siempre de los ciudadanos. Divide y
vencerás, se afana en conseguir la propaganda oficial. Y dada la proliferación
de los popularmente llamados “policías del visillo”, a fe
que lo están logrando.
Y lo del desconfinamiento progresivo y asimétrico ya es de
traca. Como no nos hacen test no podemos saber si estamos infectados o no. Como
no nos hacen test no pueden separar contagiados de sanos. Como no nos hacen
test, nuestra libertad, aunque sea condicional,
depende de un pandemónium de fases de confinamiento, 0, 1, 2 y 3,
diferentes para cada territorio y siempre bajo la atenta mirada del “Gran
Hermano” que pudiendo recular cuando lo estime conveniente, puede llevar este
sinsentido hasta el infinito y situar, de esta forma, nuestro gozo en un pozo. De
lo que no depende, nuestra libertad, es de si estamos sanos o no.
Algunos, sin hacer nada, parecemos más cerca de la perpetua que de la
condicional.
Sí, ya lo sé, ellos
no han sido.
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