lunes, 23 de enero de 2017

Justicia laboral, una utopía

¡Dios te guarde, mundo!, pues en tu casa abaten a los privados y subliman a los abatidos, pagan a los traidores y arrinconan a los leales, libran al malicioso y condenan al inocente, despiden al más sabio y dan salario al que es más nescio, finalmente, allí hacen todos todo lo que quieren y muy pocos lo que deben.

Fragmento, también éste, del capítulo XXIV del libro V del “Simplicius Simplicissimus” de H. J. Ch. Von Grimmelshausen, publicado en 1669.

Casi 350 años después, podríamos decir prácticamente lo mismo, sin temor alguno a equivocarnos.

Habrá que situar a la justicia social y laboral en el ámbito de la utopía. Poco margen de mejora tiene, a estas alturas, el hombre.

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