miércoles, 17 de septiembre de 2014

El porqué de Pellejudo's corner

Con 52 años y después de toda una vida trabajando, el mundo ordenado al que me había acostumbrado se ha desmoronado. La estabilidad se ha convertido en incertidumbre y asusta. Me han arrojado a los temibles brazos del desempleo. Nada volverá a ser igual.

Pellejudo´s corner es el diván del psicólogo, la válvula de escape a mis preocupaciones, anhelos y opiniones, el torniquete que impide que el veneno se extienda. Es el uso de la escritura como terapia.

El nombre, un guiño a una película de culto que marcó un antes y un después en el cine de ciencia-ficción, que me resultó tremendamente impactante cuando se estrenó y que, aún hoy en día y  después de decenas de visionados, me sigue emocionando. Muchos habréis adivinado que se trata de Blade Runner dirigida por Ridley Scott y estrenada en 1982.  “Pellejudos” era como llamaban despectivamente a los “replicantes”, humanos artificiales fabricados con ingeniería genética, los policías encargados de “retirarlos”, matarlos eufemísticamente hablando, una vez habían sido declarados ilegales en la Tierra.

Como los replicantes, todos tenemos fecha de caducidad. Como a ellos, parece que se empeñan en acortárnosla. Pellejudos, por tanto, somos un poco todos y no cuesta nada imaginar que los que transitan las esferas del poder usen de la forma despectiva para señalarnos. Malsonante, pero pegadiza. Un algo de provocación y un mucho de reivindicación. No siempre los destinatarios del desprecio son despreciables. A veces, los que desprecian son los que realmente lo son.

Sometido quedo, pues, a la terapia. Espero que me den de alta pronto. Y si no es así, que por haberlo intentado no quede.

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