La creación de este blog y su finalidad me proporcionan el
lugar y el momento adecuados para ir relatándolas con el sosiego necesario y
sin pretender encorsetarlas en estructura cronológica alguna.
Bajo la etiqueta “Aventuras y desventuras de un peregrino
dolorido” iré publicando sucesivas entregas que pretenden ofrecer una visión no
edulcorada del Camino de Santiago, con sus luces y sus sombras, basándome para ello en la observación de mi
entorno y en la descripción de mis sentimientos durante los días en que,
intencionadamente sólo, recorrí esos caminos de Dios.
Vaya todo ello dedicado a Carmen, mi mujer, por su comprensión, por su cariño y por sufrir
el Camino conmigo.
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